El mercado inmobiliario vive una aparente paradoja. Las ventas se acercan a marcas que no se veían desde la burbuja, pero a la vez los portales registran menos casas a la venta que nunca. 2024 fue de menos a más: las compras se aceleraron a partir de la segunda mitad del año y todo apunta a un arranque de 2025 con la misma fuerza. Si bien, la escasa oferta de obra nueva hace que el mercado dependa mucho de las casas de segunda mano, que se venden rápidamente, en muchas ocasiones incluso antes de que lleguen a los portales, e incluso a las inmobiliarias tradicionales. También en el lado de las agencias tradicionales a pie de calle, Tecnocasa sí detecta una caída de la oferta, pero en el entorno del 9%. Es un porcentaje lejano al que reflejan Idealista o Fotocasa: ‘Cada vez el número de casas en venta es menor, pero seguramente los portales sufren esto más que nosotros’, explica Lázaro Cubero, director de análisis del grupo inmobiliario. Ese distinto comportamiento de la oferta en portales e inmobiliarias, apuntan varios expertos, tiene sentido en un mercado boyante, en el que muchos pisos no tienen ni necesidad de anunciarse para que alguien los compre. Otro factor es que el mercado actualmente es muy dependiente de la segunda mano, puesto que se construye poca vivienda nueva. Y el flujo de casas usadas que salen a la venta suele ser relativamente constante: ‘Las decisiones al final dependen de motivaciones personales como cambiar de domicilio, herencias, separaciones’, explica Cubero. En definitiva, causas que se mantienen estables a no ser que se produzcan grandes variaciones demográficas. Ahí es donde la economía explica el fenómeno que está sucediendo: ‘Cuando tienes mucha demanda, si el flujo es constante, el stock se va reduciendo’, resume José García Montalvo, catedrático de la Universitat Pompeu Fabra. Y ‘eso hace que parezca que haya mucha menos oferta’ pese a que salgan a la venta un número aproximado de casas. Sin embargo, esa especie de ilusión es relevante para los compradores porque ‘lo que influye en el precio es la diferencia entre la demanda y el stock de cada momento’. Y la primera está disparada: el año pasado subió casi un 40% según los cálculos de Tecnocasa.
Fuente: El País